Las articulaciones del pie son:
Articulación subastragalina.
Articulación transversa del tarso.
Articulación tarsometatarsiana.
Articulaciones cuneocuboidea y cuneonavicular.
Estas articulaciones tienen una doble función:
Orientar el pie.
Modificar tanto la forma como la curva de la bóveda plantar.
LOS MOVIMIENTOS DE ROTACIÓN LONGITUDINAL Y DE LATERALIDAD DEL PIE
Además de los movimientos de flexo-extensión, el pie realiza movimientos en torno al eje vertical de la pierna y de su eje longitudinal y vertical.
Eje vertical:
Se pueden realizar aducción (Cuando la punta del pie se dirige hacia dentro) y abducción (Cuando la punta del pie se dirige hacia fuera y se aleja del plano de simetría).
La amplitud total de los movimientos de aducción-abducción es de 35° a 45°.
Eje longitudinal:
El pie gira de tal forma que la planta del pie se orienta: bien hacia dentro (supinación) y bien hacia fuera (pronación).
La amplitud de la supinación 52° es mayor que la de la pronación 25-30°.
La aducción se acompaña necesariamente de una supinación y una ligera extensión. A estos tres componentes caracterizan la posición denominada inversión.
La abducción se acompaña necesariamente de la pronación y de la flexión: se trata de una posición de eversión.
