En el plano frontal, el papel que desempeña los ligamentos es necesario debido a la orientación de la glenoide antebraquial (Fig. 1) mira hacia abajo y hacia dentro, en su conjunto a un plano oblicuo de arriba abajo y de adentro afuera, formando con la horizontal un ángulo de 25º-30º.
El carpo alineado tiende así a deslizarse hacia arriba y hacia dentro, en sentido de la flecha roja.
Si el carpo se aduce (Fig.2) aproximadamente 30º, la fuerza muscular se ejerce perpendicularmente, lo que estabiliza y centra de nuevo el cóndilo carpiano en la glenoide. Además, esta posición, es la posición natural de la muñeca, la posición funcional, que coincide así con su máxima estabilidad.
Por el contrario, cuando se abduce (Fig. 3) el carpo, por escasa que sea, acentúa la inestabilidad y acarrea una tendencia al desplazamiento del cóndilo carpiano hacia arriba y hacia dentro (flecha roja).
Los ligamentos laterales de la articulación radiocarpiana apenas son aptos para entorpecer este movimiento debido a su dirección longitudinal. Esta función es propia (Fig. 4) de los ligamentos radiopiramidales anterior y posterior, cuya dirección oblicua hacia arriba y hacia fuera permite centrar de nuevo y de manera permanente el cóndilo carpiano (flecha blanca) de modo que evita su desplazamiento hacia dentro (flecha roja).
En una visión posterointerna (Fig. 5), la porción inferior del radio, se observa la cavidad sigmoidea del radio (1), y el piramidal (2), flanqueado por el pisiforme (3), se observa que el piramidal está unido al radio mediante los dos ligamentos radiopiramidal anterior (4) y posterior (5).
Constituyen en conjunto una "cincha ligamentosa" que dirige permanentemente el piramidal hacia arriba y hacia dentro.
En el plano sagital, debido a la orientación hacia abajo y hacia delante de la glenoide (Fig.6), el cóndilo carpiano tiende a escapar hacia arriba y hacia delante, que forma un ángulo de 20-25º con la horizontal.
La flexión de muñeca de 30-40º(Fig. 7) orienta el empuje óseo, bajo las fuerzas musculares, lo que estabiliza y centra de nuevo el cóndilo carpiano. Una ligera flexión de la muñeca corresponde a la posición funcional.
La función de los ligamentos (Fig.8), se reduce ligeramente (ligamentos anteriores) distendidos, no intervienen, por el contrario el freno posterior del lunar y la cincha transversal de la primera hilera están tensos, lo que coapta al semilunar en la glenoide radial.
En posición de alineación (Fig.9), la tensión de los ligamentos anteriores y posteriores está equilibrada estabilizando el cóndilo, en extensión (Fig.10), el cóndilo carpiano se escapa hacia arriba y hacia delante (flecha roja) se refuerza.
La función de los ligamentos (Fig.11), la de los ligamentos posteriores, que permanecen distendidos, los ligamentos anteriores cuya tensión es proporcional al grado de extensión. Comprimen el semilunar y la cabeza del hueso grande hacia arriba y hacia atrás, produciendo a la vez la estabilización y el recentraje del cóndilo carpiano.
BIBLIOGRAFÍA
Kapandji A,I.(2012).Fisiología articular. España: Ed. Médica Panamericana, Tomo I, 6ª.ed, pag. 164-166
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