La rodilla es la articulación intermedia del miembro inferior. Es una articulación de un solo grado de libertad (flexo-extensión), que permite aproximar y alejar, el extremo del miembro de su raíz, regulando la distancia del cuerpo con respecto al suelo.
La rodilla trabaja, esencialmente en compresión bajo la acción de la gravedad.
De manera accesoria, la articulación de la rodilla posee un segundo grado de libertad: la rotación sobre el eje longitudinal de la pierna, que sólo aparece cuando la rodilla está flexionada.
Desde el punto de vista mecánico, la articulación de la rodilla es todo un caso, ya que debe conciliar dos imperativos contradictorios:
1. Poseer una gran estabilidad en extensión máxima, posición en la rodilla hace esfuerzos importantes debido al peso del cuerpo y a la longitud de los brazos de palanca;
2. Adquirir una gran movilidad a partir de cierto ángulo de flexión, movilidad necesaria en la carrera y para la orientación óptima del pie en relación a las irregularidades del terreno.
La rodilla en flexión, está en una posición de inestabilidad, la rodilla está expuesta al máximo a lesiones ligamentosas y meniscales.
En la extensión es más vulnerable a las fracturas articulares y a las rupturas ligamentosas.
EJES DE LA ARTICULACIÓN DE LA RODILLA
El primer grado de libertad, está condicionado por el eje transversal, alrededor del cual se efectúan los movimientos de flexoextensión en un plano sagital. En un plano frontal, atraviesa horizontalmente los cóndilos femorales.
Tomando en cuenta la forma de "en voladizo" del cuello femoral, el eje longitudinal de la diáfisis femoral no está situado exactamente en el eje de la pierna, hace un ángulo obtuso, abierto hacia fuera de 170-175°: se trata del valgus fisiológico.
Los tres centros articulares de la cadera, de la rodilla y el tobillo están alineados en una misma recta, que representa el eje mecánico del miembro inferior.
El eje del muslo (cadera-rodilla) forma un ángulo aproximado de 6° con el eje del fémur.
El hecho de que las caderas estén más separadas entre sí que los tobillos, hace que el eje mecánico del miembro inferior sea ligeramente oblicuo hacia abajo y hacia dentro (el valgo fisiológico es más acentuado en las mujeres que en los hombres)
Ángulo de valgus: 81° entre el eje transversal y el eje del fémur, y 93° entre eje transversal y el eje de la pierna.
En máxima flexión, el eje de la pierna no se sitúa exactamente detrás del eje del fémur, sino por detrás y un poco hacia dentro, lo que desplaza el talón hacia el plano de simetría: la flexión máxima hace que el talón contacte con la nalga, a la altura de la tuberosidad isquiática.
El segundo grado de libertad consiste en la rotación alrededor del eje longitudinal de la pierna.
La rodilla hace esta rotación imposible cuando la articulación está en máxima extensión. Gracias al juego mecánico, debido a la holgura de los ligamentos colaterales, permite, cuando la rodilla está flexionada, leves movimientos de lateralidad de 1 a 2 cm en el tobillo.
En extensión los movimientos de lateralidad desaparecen por completo.
PATOLOGÍA: si hay movimientos laterales, se traduce a una lesión de los ligamentos colaterales.
BIBLIOGRAFÍA:
Kapandji A, I. (2007). Fisiología articular. España: Ed. Médica Panamericana, Tomo II, 6ª. ed. Pág. 66- 69
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